miércoles, 30 de noviembre de 2011

Periodos.

Dicen que el tiempo lo expresa todo, pero si no hablas por él, los días son igual de efímeros y semejantes. Igual que también cura, pero lo único que hace, es envejecer.
Mi madre me sigue aconsejando todos los días y yo sigo haciendo lo que creo conveniente, esa es la moraleja de tropezar y volver a escuchar. Sabe que sigo pasando las noches con los ojos abiertos, igual que la ventana, flotando con las ideas. Sabe que veo el amanecer, aunque las vistas no sean las mejores, pero la importancia no reside en verlo, sino en estar ahí en el momento exacto. Podría contar lo que me falta y mis carencias, pero el sol sale todos los días; quiero decir, que hoy me sigo levantando sin simpatía y mañana, no cambiarán las cosas.
Así que aquí sigo con mis treces y mis noches, andando deprisa cuando se avecinan problemas. No es que quiero evitarlos, es que los corto de raíz y entonces, el terreno se desestabiliza.
Voy a hablar por el tiempo y diré que mañana, no desayunaré, estaré nostálgico, comparándome con el sol cuando se lo come el mar, allá en el horizonte.
Igual de efímeros y semejantes.