martes, 19 de julio de 2011

Mudanza.

O te pasas la vida buscando “respuestas” a preguntas e incógnitas de la vida, o elementalmente la disfrutas, a los extremos de la coexistencia, aunque no sepas porqué respiras.
Aprendí a transformar las carencias infantiles en inspiración y autoestima, y no tener que pagar para contarlos, como los cuento yo ahora. ¡Cómo se desconocen los problemas cuando se desconoce la persona!, pero un consejo, para que lo comprendan mejor, es que, interpretes lo que digo como algo malo y no como un reto, tanto los problemas a los seis como la falta amor. Amor de familia, no de romances tontos, como esas fechas de romances en paredes cuales no siguen juntos.
Sufrir a la madrugada, encender y exhalar por la ventana. Reunir propinas para movilizar el coche y para tabaco, porque tengo que matar el stress. Poco cambian las noches, el sueño ni rastro, pues éstas todavia me aplastan. No sé a qué llamar cambio, desde luego a mí no, porque el humo y el amor de ayer siguen sin rentarme.