sábado, 8 de enero de 2011

Extracto 1 de "Raices".

Salí a la terraza. Bocadillo en mano y migas en boca, me evadí del local y su sofocante calor, inusual antes de que amanezca el sol, en los últimos días del año. Puesto aquí, bajo la lluvia, me dispuse a saciar la reducida carencia de comida, pues nunca he pasado hambre, mentalmente hablando, siempre he atiborrado mis neuronas, pero es diferente a los condimentos que nos sustentan vivos. Pasar no paso necesidad, pero desgraciadamente hay personas que filtran sus cortas existencias de ese modo, y en el peor de los casos, largas existencias. Apenas circulan coches, pero los pocos que marchan sellan su travesía como el tabaco en los pulmones. Pienso que no lograré concebir lo que es respirar aire. Respirar. Lo único que hacemos es contaminarnos por el aparato respiratorio, porque el aire murió cuando nació la evolución del hombre hacia los escombros.

Extracto 1 de "Confusión".

...Ayer tuve una confusión tremenda con el reloj, embarullado por los diferentes números que señalaban cada uno, y hoy, sabía a que hora estaba aún sin percatarme si era de dia o de noche. Tal vez este mismo dia años atrás, ocurriese algo que recuerde en cada aniversario, aunque no quiera recordarlo. Mi cerebro lo hará por mi. Es como borrar un contacto de la agenda cuando te lo sabes de memoria, acabo insertándolo de nuevo para despejarme la cabeza. Así pues es mejor la enfermedad que el remedio, para saber cuan de perjudicial puede ser ésta, ya que el remedio, se acabará adaptando a nuestro cuerpo como las cucarachas a un nuevo hogar. Si no recordase nada de lo que me ha convertido en corteza de cerdo, no sería tal corteza, mas bien un renacuajo en busca de un charco, para llegar a ser una rana. Un fracaso.
El que quiere algo, algo le cuesta y a mi me cuesta más de lo que quiero últimamente, no se si será mejor que el viento moldee a su manera, o contraponerme a su camino. No me gusta el viento, pero tenemos algo en común, su asociación con la locura, pues mis vientos son los vientos que acompañan a las tormentas de verano, pasan rápido, pero dejan destrozos imperecederos, como si se fundiese el sol, sin vuelta de hoja.
Dispuesto a proponer algo más, la meditación de recordar los no recuerdos, me confunden. Provocan en mi una sensación de pez en una pecera, rodeada de mar, así que para agravar las cosas, es mejor que empeoren solas, así nadie tiene la culpa directamente, porque indirectamente la tenemos todos. En todas las acciones que hagamos o pensemos, sean buenas o sean malas, en algún lugar del sistema solar, repercutirá un futuro.